Filosofía
Cada
disciplina tiene su teoría sobre la cual se basa la práctica. La teoría
de enfermería psiquiátrica mantiene que la relación enfermero-paciente
puede ayudar a sanar. La enfermería psiquiátrica se basa en el proceso
relacional e interpersonal. Se esfuerza para promover y mantener el
nivel más alto posible de bienestar y funcionamiento. Según la
Asociación de Enfermeras de los E.E.U.U, la enfermería psiquiátrica es
un "área especializada de práctica de enfermería, que utiliza el rango
amplio de las teorías explicativas del comportamiento como su ciencia y
objetivo determinado de si mismo como su arte". En otras palabras, el
instrumento terapéutico más importante es la enfermera en si misma y su
relación con el paciente.
Fundamentos de la enfermería psiquiátrica
La
teoría de enfermería psiquiátrica se construye sobre la creencia de que
cada individuo tiene un valor inherente y de que todos tienen el
potencial para cambiar y la capacidad de hacerse más sanos y más
auto-suficientes. Primero, las personas necesitan cumplir sus propias
necesidades físicas básicas. Una vez que esto suceda, todos los seres
humanos necesitan sentirse seguros y amados y sentir que pertenecen.
Todos los individuos buscan la sensación de auto-estima y
auto-realización. Las enfermeras psiquiátricas ayudan a que la gente se
sane al cumplir terapéuticamente dichas necesidades básicas que no
tenían anteriormente. Todo comportamiento humano tiene un significado y
puede entenderse sólo desde el marco interno de referencia del
individuo. Las personas difieren en su capacidad de sobrellevarlo, y la
enfermería psiquiátrica busca aumentar las capacidades de afrontar los
problemas del paciente al comprometerse de manera terapéutica.
Relación terapéutica enfermera-paciente
La
relación terapéutica enfermera-paciente brinda una experiencia
emocional correctiva al paciente. La enfermera usa tanto las técnicas
clínicas y él mismo como los instrumentos terapéuticos para aumentar la
perspicacia y funcionamiento saludable del paciente. Según Gail Wisarz
Stuart, autor del campo de la enfermería psiquiátrica, "La herramienta
terapéutica clave de la enfermería psiquiátrica es el uso de uno mismo".
En orden de hacerlo exitosamente, el enfermero necesita tener
cualidades específicas, tales como autenticidad, empatía, un claro
sentido de sí mismo y un deseo de ayudar a otros. La voluntad de
compartir actitudes, pensamientos y sentimientos es una característica
principal de la relación terapéutica, y la enfermera debe ser empática y
estar emocionalmente disponible para que el paciente se sienta seguro
de hacerlo.
Comunicación terapéutica
Aunque
existen distintas perspectivas teorices en la enfermería psiquiátrica,
la comunicación terapéutica eficaz es necesaria para cumplir los
objetivos de la enfermería psiquiátrica. Incluso en el modelo médico,
que sostiene que hasta las operaciones psicológicas más complejas surgen
del funcionamiento del cerebro y que el comportamiento desviado surge
de un trastorno cerebral, requiere la capacidad de poder comunicarse
terapéuticamente con el paciente, aunque sea sólo para explicar los
procedimientos y medicaciones y ayudar a paliar los temores. La
comunicación terapéutica busca usar técnicas que maximicen el compartir
de sentimientos, pensamientos e ideas del paciente. Por lo tanto, usa
técnicas comunicativas tales como reformulaciones, aclaraciones y
opiniones que animen la comunicación, y buscan evitar estilos
comunicativos tales como aconsejar, lo cual ahuyenta la franqueza y el
compartir. Un debate más completo sobre cada una de las técnicas no es
el foco de este artículo, pero puedes averiguar más sobre ellas en el
enlace ofrecido en la sección Recursos. Es importante tener en cuenta
que todo comportamiento es comunicación, y que toda comunicación afecta
el comportamiento. El comportamiento no-verbal es tan importante como el
verbal, ya que le da mucha información al terapeuta.
Etapas de la relación terapéutica
Existen
cuatro etapas básicas de la relación terapéutica. La primera se llama
la fase de pre-interacción, ya que sucede antes de que la enfermera
conozca al paciente. Es una etapa de auto-exploración para la enfermera.
Para que ella sea eficaz terapéuticamente, es esencial que tenga en
cuenta sus propias ideas preconcebidas, prejuicios y miedos antes de
interactuar con el paciente. La segunda fase de la relación terapéutica
es la fase introductoria o de orientación. Los objetivos de esta fase
son establecer una relación de confianza con una comunicación franca y
formular un contrato entre paciente y enfermera, si el contrato es
adecuado en el contexto específico. El contrato define roles, el
objetivo de la relación, la duración y detalles tales como la frecuencia
de los encuentros. La tarea principal de esta fase sigue siendo la
creación de confianza, y el contrato existe sólo para cumplir dicho
objetivo. La tercera fase es la de trabajo, en la cual se realiza la
mayor parte del trabajo terapéutico. La enfermera y el paciente trabajan
para ayudar a que el paciente pueda ver sus pensamientos, sentimientos y
comportamientos que pueden traducirse como objetivos mutuamente
determinados. La fase final es la de finalización, la cual ocurre cuando
la enfermera y el paciente evalúan el progreso y comparten sus
sentimientos y recuerdos.